¿Homofobia? No, gracias.
Eva Bou
El Parlamento lituano aprobó en su primera lectura una enmienda al artículo 214 del Código Administrativo de Lituania en la que se defiende que el “fomento público de las relaciones homosexuales debe ser castigado con multas de entre 2.000 y 10.000 litas”.
Esta iniciativa homófoba y discriminatoria se está promoviendo en Lituania, país recién ingresado en la UE, donde se quiere instaurar una ley discriminatoria que significará una restricción ilegal del derecho de libertad de expresión para el colectivo homosexual. Por eso, hoy quiero compartir con vosotros una nueva acción de Amnistía Internacional, firmando una carta que pedirá al Parlamento lituano que voten en contra de esta enmienda discriminatoria.
Amnistía Internacional también siente gran preocupación por el hecho de que la formulación poco clara del nuevo artículo 214 podría castigar cualquier expresión pública, representación o información sobre la homosexualidad. Es decir, se podría castigar cualquier expresión a favor de la homosexualidad, cualquier campaña de información o de prevención, difusión de información a la comunidad gay u organización de festivales con contenido homosexual.
El impulsor de toda esta locura es el conocido diputado conservador y homófobo Petras Grazulis, el cual ya ha protagonizado anteriormente campañas contra el colectivo homosexual y contra los derechos humanos, en un país, aparentemente moderno, que ha ingresado recientemente en la UE.
Hace unas semanas pedíamos que se retirara el recurso impuesto por Rajoy ante el tribunal supremo para eliminar los matrimonios gays en España. Pero ésto, es más importante, se trata de un atentado contra los derechos de expresión. Por eso os pido una firma, en la web de Amnistía Internacional, para que la legislación lituana respete el derecho a la libertad de expresión de todas las personas y que cualquier nueva legislación en este país no atente contra los derechos de las personas ni resulte discriminatorio para ningún colectivo, incluida la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.
Aquí viene la pregunta: ¿Ha servido de algo?
La intensa campaña online que ha ocasionado el encarcelamiento del fundador de Wikileaks sigue moviendo más y más gente de todo el mundo. Ya hablamos en una entrada anterior de la operación Payback. Pero ahora, los movimientos han dado un giro más sin ninguna señal de rendición.
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